21 de mayo de 2006

A través de la Niebla

El azul de tu silencio nos traslada al andén de la memoria. Danzas como hoja de mayo reteniendo aliento de palomas y paralizando estaciones taciturnas del Temuco en los 70. Un silbato nos Instala en los andenes y el vapor de las máquinas que bufan en la explanada dibujan tu rostro más allá
Al otro lado de esta niebla, cada ojo es una gota de rocío cada gota nos trae tu rostro, y saluda a cada uno y resucita
Cada uno… somos tú misma, gota de sangre y agua Y entendemos que nadie muere si se le ama.
Y que tú eres invencible mientras en cada lugar que tu visites nuestros recuerdos salgan a encontrarte.
A cogerte entre sus manos, para que nadie se olvide, para que nadie te extrañe, para que estés aquí, al otro lado de la niebla y seas parte de la sangre transversal de nuestro pueblo.
En la memoria de Muriel Dockendorff